
En multitud de películas made in NY descubrimos que una de las profesiones más deseadas y glamurosas es CREATIVO DE PUBLICIDAD. En nuestro entorno la realidad es un poco distinta. Y si no que se lo pregunten a SMALL una agencia Barcelonesa que se ha trabajado una encuesta como las de antes:
– La muestra: 50 creativos de Barcelona.
– Con una media de 9 años de experiencia.
– Representando a unas 30 agencias de todo tipo: grandes y pequeñas, multinacionales y – locales, offline y online…
– 10 preguntas sobre los horarios, sobre el número de cambios en los proyectos y sobre el porcentaje de estos que nunca llega a realizarse.
Preguntaron por los concursos y por la opinión que merecen los compañeros de profesión. Apelaron al orgullo por el resultado de su trabajo, al estado de ánimo predominante durante la jornada laboral y a las perspectivas de futuro. Y terminaron con la pregunta del millón: al final, y conociéndolo desde dentro, ¿les gusta este oficio?
Los resultados fueron tan esclarecedores como chocantes:
- Un 81% de las ideas no llega a ver la luz.
- En 6 de cada 10 proyectos el resultado final no es motivo de orgullo
- La gente aprende mucho más de su trabajo (50%) que de sus estudios (un alarmante 9%)
- 7 de cada 10 días no se cumple el horario (y no precisamente porque se trabaje menos)
- Hacer menos de 3 cambios en un proyecto es misión prácticamente imposible
- Los estados de ánimo que más se asocian a este trabajo son la frustración (29%) y el estrés (37%)
- Por suerte los compañeros merecen la pena, o eso opinan 7 de cada 10 encuestados.
A partir de aquí, una conclusión lógica y otra que roza el disparate:
Por un lado, más de la mitad no quiere dedicarse a esto de por vida, lo que parece comprensible visto todo lo anterior.
Por el otro (redoble de tambores) a un 77% le gusta este trabajo.
Tal cual. Como suena. Sin dudar. Las cosas claras.
Por desconcertante que eso sea.
Más explicaciones no tenemos.
De algo tendrán que vivir los psiquiatras.
Vía: small.com