
Una nueva serie de campañas rompe con el canon de belleza tradicional con el propósito de acercarse a otros públicos. Las mujeres reales son el gancho: la sociedad se identifica con ellas.
«La imagen de la industria está cambiando», escribió hace unos días la editora Brittany Adams en Style.com. Literal. La cita abría una noticia sobre la aparición de mujeres reales, y no modelos, en los catálogos de las líneas prefall de The Row, Sonia Rykiel y Roland Mouret.
Ese mismo compromiso impulsa a la española Nice Things a convertir a sus propias clientas en la imagen de sus catálogos –«de la niña de tres años a la mujer de 80 que viste nuestra ropa», nos cuentan desde la marca–. Y la necesidad de acercarse a la realidad de la consumidora es también el propósito de Violeta by Mango, una línea cuyos patrones están especialmente pensados para siluetas curvilíneas entre las tallas 40 y 52.
«Es una forma de demostrar que cualquiera puede llevar esa ropa y sentirse bien».
Pero por supuesto, también hay un objetivo comercial. Eso es lo que pretende el, tampoco gratuito, interés de las firmas por mostrar mujeres con canas y arrugas en sus anuncios. En España, sin ir más lejos, la edad media de las personas más acaudaladas ronda los 63 años, según Forbes. «Tienen dinero, pero no lo gastan en moda porque la industria no se dirige a este target con éxito. Las marcas han de conseguir que se identifiquen con ellas».
COMERCIAL O NO, NOS ENCANTA…SOLO ESPERAMOS QUE DURE!
Publicado en www.smoda.com